Pues eso, la vida es como la pesadez del TDT. Con la madurez parece que se te abre un mundo de posibilidades, igual que con la Televisión Digital Terrestre estre estre estreee. Oh! decenas de canales gratuitos! y que narices encuentras? Médico de familia, Upa dance, Txumari Alfaro, ¡Gran Hermano I!!!,... vamos, la misma mierda de siempre pero repetida hasta la saciedad.
Lo mismico que la vida. Hace muy poquito junto a un amigo, flipando a las tantas de la mañana con un programita sobre "que opinan las mujeres" (un pestazo total), surgió el tema sobre si es cierto o no que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Y ratifico lo que dije entonces: un aciago día (nunca sabremos cual) cada uno escoge una puñetera piedra, sobre la que CONSCIENTEMENTE tropezará el resto de su vida.
Si, es cierto, hay gente que es muy buena y logra camuflarla, huir de ella, tirarla al río, pero la mayoría somos vagos y le terminamos cogiendo cariño a la puta piedra...
Y nada, aunque la oferta televisiva y vital parece variada, en definitiva es siempre de lo mismo, así que cada uno a su piedrecita. Yo por mi parte seguiré con las maratonianas reposiciones de Pueblecito y Siemprebosque. Lo se, soy una hortera, pero me encanta no pensar. Así descanso, que tropezar desgasta oye.
5 Comments:
Piedrecitas o pedruscos...
Lo peor es cuando te encuentras una roquita de nada a la que acabas cogiéndole tanto cariño que aunque se transforma en una roca enorme, no te importa ir golpeándote una y otra vez, hasta que la adicción es tan fuerte, que prefieres seguir dándote coscorrones en lugar de tirar la roca por el acantilado...
Es el sino de los que somos un poco como ese personaje de La Historia Interminable, el "Comepiedras"... El vicio nos mata. ;P
Un abrazo cielico!
yo tenia la metafora de las lavadoras, siempre los mismos ciclos una y otra vez...recaes, es inevitable:)
Jóvenes filósofas comepiedras... deberíamos hacer una comunidad jajaja
felicidadees priima!!:)
pd:se me ha muerto el blog...noooo!!
cierto, en la tele nunca hay nada
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